En latín significa adventus Redemptoris o bien, “Venida del Redentor” y se trata del primer periodo del año litúrgico cristiano que consiste en un tiempo de preparación para el nacimiento de Cristo.
Su duración puede variar de 21 a 28 días, dado que se celebra durante los cuatro domingos anteriores a la Navidad. Para los fieles católicos, este es un tiempo de reflexión y de perdón.
Este es un tiempo de alegría y agradecimiento por el advenimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Se trata de una fiesta que se añadió tardíamente después de la de Pascua dentro del calendario litúrgico.
Estas cuatro semanas que preceden a la Navidad son una oportunidad para prepararse en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.
Celebrar cada domingo de Adviento es
una tradición católica para preparar el
nacimiento de Jesús.
El ritual se realiza en torno a la Corona de Adviento elaborada para que cada domingo previo al 25 de diciembre se ilumine el camino por la llegada de Dios.
El Adviento es un tiempo de espera y preparación. Un tiempo para preparar nuestros corazones para celebrar el nacimiento de Jesús.
Con demasiada frecuencia se convierte en un momento de ajetreo y estrés a medida que nos involucramos en el ajetreo y el bullicio de las compras, la decoración y los viajes navideños. En lugar de apresurarnos hacia la Navidad, debemos esperar pacientemente con anticipación.
Una de las mejores formas de entrar en la temporada de Adviento es mediante la oración. Aquí hay una hermosa oración que puede decir con su familia al invitar al Señor a esta temporada de Adviento:
Mi pequeño Señor Jesús, te amo y te agradezco por este tiempo de Adviento. Ayúdame a comprender todo lo que has hecho por mí. Tu amorosa madre te sostuvo en su corazón y te trajo a este mundo. Ayúdame a hacer lo mismo.
Mi amado Jesús, te escojo, en Adviento, como mi Rey y mi Dios. Acércame a Ti y ayúdame a ver mis pecados para que pueda cambiar las cosas que Tú quieres que cambie.
Madre María, ruega por mí en este Adviento para que pueda hacer todo lo que Dios quiere que haga. Dijiste "Sí" a todo lo que Dios te pidió. Por favor, ore por mí para que yo haga lo mismo.
Ven, Señor Jesús,
Ven, Señor Jesús,
¡Ven, Señor Jesús, ven!
Te amo Jesús.
Amén.
Ingredientes:
Instrucciones:
Primero, ponga 1 cucharada de su azúcar en un plato con 1 gota de colorante para alimentos rosa, y la otra cucharada de azúcar en el otro lado con una gota de colorante para alimentos morado. Revuélvelo, mezclándolo bien con un tenedor.
Toma tu leche de fresa y caliéntala durante 45 segundos en el microondas en una taza medidora de vidrio. Muévelo al vaso que desees.
Cubra su chocolate caliente rosa con crema batida y el azúcar rosa y morado.